Los psicólogos llevan mucho tiempo estudiando la comunicación no verbal, los tonos vocales y las expresiones faciales que transmiten emoción. Un tono de voz cálido y una mirada hostil tienen el mismo significado en Tokio o Tombuctú, y se encuentran entre docenas de señales que conforman un vocabulario humano universal.
Pero algunos investigadores han empezado, en años recientes, a enfocarse en un tipo diferente y con frecuencia más sutil de comunicación sin palabras: el contacto físico. Los contactos momentáneos, dicen, trátese de una mano sobre el hombro, o un inquietante toque en el brazo, pueden comunicar una gama incluso más amplia de emociones que los gestos o expresiones, y a veces lo hacen más rápida y acertadamente que las palabras.







“Creo que su problema es que está estresada”, dijo el doctor cuando me quejé de que las inyecciones que me había recetado no habían aliviado mi dolor de cuello y hombros.