Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los científicos es frenar el avance y los síntomas de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, una enfermedad que se manifiesta en forma de pérdida de las capacidades cognitivas, pérdidas de memoria o trastornos de conducta debida a la muerte de las neuronas, con la consiguiente atrofia de diversas zonas del cerebro. Frenar el avance de la enfermedad y regenerar las neuronas perdidas son dos de los grandes frentes abiertos y, precisamente, en este sentido una investigación del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona ha presentado los resultados de un trabajo que abre una puerta a la esperanza: han sido capaces de generar neuronas a partir de las células de un cordón umbilical.
El cerebro, como los músculos del cuerpo, reaccionan a la comida que ingerieres y justamente por ese motivo es que, según las diferentes comidas que elijas, rendirá de diferentes maneras.
La realidad es que el cerebro tiene predilecciones y según estudios parece «gustarle» mucho consumir ácidos grasos como el omega-3, los antioxidantes y las fibras. Incluir esta lista de alimentos en su dieta hará que su cerebro funcione mejor.
A continuación 20 alimentos que podrán ayudarnos a mejorar la concentración, la memoria, el tiempo de reacción, la motivación y a reducir el estrés entre otros beneficios para nuestra mente.
Alimentos integrales
Los alimentos integrales son grandes estimulantes del cerebro, contienen un gran porcentaje de ácido fólico y vitamina B6, muy importantes para su correcto desarrollo.
Permite identificar las diferencias entre los cerebros sanos y enfermos
Un nuevo mapa del cerebro, construido con imágenes de resonancia magnética, descubre que las neuronas se enredan exponencialmente en el cerebro a medida que madura la persona, organizándose en múltiples escalas y formando una especie de tela de oro en tres dimensiones. A partir de ahora, los científicos podrán utilizar este sistema de coordenadas para identificar las diferencias entre los cerebros sanos y enfermos.
Una nueva imagen tridimensional de las conexiones neuronales demuestra que trazan caminos en forma de rejilla, lo que permite la organización en múltiples escalas.
El cráneo puede resistir una gran fuerza, absorbiendo energía por su capacidad de deformación antes de fracturarse. El cerebro y la médula se encuentran flotando en el líquido cefalorraquídeo. De esta manera, el cerebro que pesa 1500 g sólo pesa 49 g in situ. Todo esto limita los movimientos del cerebro, cuando se aplica una fuerza de aceleración de la cabeza y solamente los movimientos excesivos son dañinos. La naturaleza confinada del cerebro hace que la presencia de masas expansivas por edema o hemorragias produzcan herniaciones a través de los compartimientos internos de cráneo.
Según un estudio, la generosidad es en parte genética, pero una reafirmación positiva de los padres ayuda a cultivarla
Un niño de 3 años de edad recibió una serie de coloridas calcomanías.
«Puedes quedarte con todas», le dijeron. «O puedes darle algunas a un niño que no conoces. Él no tiene ninguna calcomanía».
Ese fue el punto de partida de un reciente estudio realizado en una sala de juegos israelí que hacía las veces de laboratorio de ciencias sociales. Un pedagogo devenido en investigador pidió a 136 niños de entre 3 y 4 años que entraran de a uno a la sala de juegos y, sin saberlo, ayudaran a analizar un tema candente en las ciencias conductistas: ¿son los niños altruistas?
Es la simple falta de fuerza de voluntad lo que hace irresistible a la comida grasosa, ¿o hay fuerzas más profundas en juego?
Fascinantes investigaciones recientes sugieren lo segundo. Los científicos en California e Italia informaron en julio que, en ratas alimentadas con alimentos grasos, el cuerpo inmediatamente liberaba químicos naturales similares a la marihuana en los intestinos, que los hacía querer más.
Varios estudios recientes le añaden una nueva complejidad al debate sobre la obesidad, al sugerir que ciertos alimentos provocan poderosas reacciones químicas en el cuerpo y el cerebro. Es cierto que la gente sube de peso porque consume más calorías de las que quema, pero esas compulsiones podrían ser resultado de sistemas biológicos sobre los cuales no tienen control.
Voy a hablar sobre la neurociencia y el impacto que puede tener en la justicia. Tuve que dar hace poco una charla para jueces y abogados, pero es la misma charla que darías a cualquiera. Es un resumen de los cuatro años de empeño que he dedicado al proyecto MacArthur de Ley y Neurociencia.
Esto surgió a raíz de un encuentro en Nueva York entre abogados, filósofos, neurocientíficos y psicólogos. Se reunieron hace cuatro o cinco años para hablar sobre si debía estudiarse el tema de la ley y la neurociencia. Dejé la sala para ir al baño o algo así, volví, y dijeron: OK, tú lo vas a dirigir. Así que ¡no abandonen la sala en el transcurso de estas cosas porque les caerán estas sorpresas!
Hace poco recibí un afligido correo electrónico de un amigo cuya novia acababa de terminar con él. Tenía una pregunta urgente: ¿cómo podía quitársela de la cabeza y no llamarla ni escribirle?
Por un momento no supe qué decir. ¿Qué consejo podía darle para superar una de las peores experiencias en la vida, perder a su pareja? ¿Qué lo ayudaría a canalizar su energía en actividades positivas y productivas?
No es ningún secreto que cuando perdemos a una pareja, de repente, a pesar de nuestras mejores intenciones, somos presa de pensamientos («¿qué hice mal?»), sentimientos («voy a quedarme solo para siempre») y acciones obsesivas (llamadas, e-mails y mensajes de texto).