Tomar una tila, respirar hondo, dormir bien… A las múltiples estrategias para vencer los nervios antes de los exámenes se suma ahora la escritura. Una investigación, publicada en ‘Science’, recalca las bondades de reflejar por escrito las emociones hacia la prueba a la que vamos a someternos. Esta práctica libera la presión mental y favorece unos buenos resultados.
«Una intervención de 10 minutos, previa al examen y derivada de las teorías psicológicas sobre el estrés y el rendimiento, puede prevenir el agobio y mejorar la actuación, sobre todo entre los estudiantes que habitualmente se ponen nerviosos ante las pruebas», sostienen Gerardo Ramírez y Sian L. Beilock, de la Universidad de Chicago (EEUU).
Como recalcan estos autores, la sensación de nerviosismo que muchos sienten antes de someterse a una prueba ‘emborrona’ la memoria a corto plazo. Esto se suele traducir en una peor actuación y, por tanto, en unas notas más bajas de lo esperado.
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