Oliver Sacks, neurólogo y escritor diagnosticado de cáncer el año pasado, muere tras superar un melanoma en su ojo, el cual hizo metástasis lentamente 8 años atrás.
Es bien sabido que el cerebro izquierdo maneja lo racional mientras que el derecho todo lo relacionado con lo creativo.
Los estudios de neurociencia han demostrado muchas cosas sobre cómo funciona nuestro cerebro
Sabemos, por ejemplo, dónde se almacenan los recuerdos, dónde se controla la ira y el miedo y dónde razonamos para resolver problemas.
Sin embargo se sabe muy poco sobre una de las emociones humanas más poderosas y complejas: el amor.
Ahora una nueva investigación internacional encontró el sitio exacto donde se originan los sentimientos que experimentamos cuando estamos enamorados.
Pablo Rudomin, neurólogo; premio Príncipe de Asturias
Somos una red De la neurona al universo, somos una red… Extendida sobre el tiempo. Y el neurocientífico Rudomin hace más de medio siglo que recorre sus nódulos como una araña que teje conocimiento. Y pedagogía. Todo lo que nos explica acaba enlazado en la lógica del entramado universal de redes. Todo tiene un único fin: perpetuarse. Las neuronas y los individuos desaparecen, pero las redes capaces de adaptarse perviven y en ellas usted, yo y Rudomin seremos sustituidos por nuestros descendientes. El neurocientífico no se permite juicios morales. La lucha por sobrevivir nos hace competitivos, pero también altruistas y solidarios: ni buenos ni malos, somos supervivientes, somos personas.
Aproximadamente cada 40 segundos, alguien en los EE.UU. sufre un derrame cerebral y más del 77% de estos casos son un primer ataque. En un nuevo informe disponible aquí, Consumer Reports Health identifica once estrategias para prevenir los accidentes cerebrovasculares.
«Muchas personas no se dan cuenta que al hacer cambios más saludables en su estilo de vida, pueden reducir su riesgo de ataque cerebral dramáticamente», dijo la Dra. Orly Avitzur, asesora médica de Consumer Reports Health y neuróloga certificada. «Los adultos estadounidenses encaran un reto: sólo una fracción muy pequeña de personas entre los 40 y 50 años conocen los principales factores de riesgo para el derrame cerebral. Afortunadamente, muchos de esos factores de riesgo se pueden reducir o eliminar controlando la presión arterial, mejorando los niveles de colesterol, llevando el control de la diabetes y dejando de fumar».
La identificación temprana de trastornos como el síndrome de Asperger es clave – Las nuevas patologías traen nuevos desafíos a la sociedad
Ángel, de 20 años, habla con fluidez español, inglés, alemán, francés, griego moderno, italiano, portugués y sueco, pero es incapaz de captar un doble sentido. De un lado, el talento. Del otro, la discapacidad social. Junto a los protagonistas de Rainman o Forrest Gump, o el de El curioso incidente del perro a medianoche, el libro de Marc Haddon, todos tienen en común dos cosas: gozan de un talento fuera de serie para actividades muy concretas, pero son incapaces de relacionarse normalmente con los demás. Es el síndrome de Asperger. A Albert Einstein, Charles Darwin, Andy Warhol o Steven Spielberg también se les ha atribuido este trastorno, que algunos llaman síndrome del sabio.
Laguna Woods, California – Las señoras juegan bridge en la sala de juego y, a su edad, no es un simple hobby. Es un modo de vida, un consuelo y desafío diario.
«Es lo que nos da ánimo para seguir adelante», dijo Georgia Scott, de 99 años. «Es dónde están nuestras amigas más íntimas».
En los últimos años, varios científicos se han interesado en lo que se podría llamar un club de las súper memorias: menos de una de cada 200 personas que, como Scott, han vivido más de 90 años sin rastro alguno de demencia senil. Es un grupo que, por primera vez, es lo bastante grande para ayudar a los lnvestigadores a averiguar con exactitud qué es esencial para preservar la agudeza mental hasta el final.
Buscando los signos de la genialidad, una investigadora hace poco reconstruyó la forma del cerebro de Albert Einstein con técnicas usadas normalmente para analizar fósiles. Este molde del pensamiento, opina, revela las huellas de la inteligencia inusual que transformó nuestra comprensión del espacio, el tiempo y la energía.
Científicos en Estados Unidos dicen que lograron revertir los efectos de la enfermedad de Alzheimer con un fármaco experimental.
El fármaco actúa sobre un gen que acaban de identificar como responsable de la formación de recuerdos en el cerebro.
Es el mismo gen que en una investigación llevada a cabo en 2007 ayudó a restaurar la memoria a largo plazo de ratones y mejoró el aprendizaje de nuevas tareas en los animales.
Ahora, según informa la revista Nature, los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) descubrieron cuáles son los fármacos que pueden actuar sobre este gen, llamado HDAC2 (histona deacetilase 2).
«Este gen y su proteína son blancos prometedores para tratar los trastornos de memoria» afirma la profesora Li-Huei Tsai, neurocientífica que dirigió el estudio.