La diabetes, la insuficiencia cardíaca y la obesidad son sólo algunas de las condiciones de salud que pueden impedir que durmamos, algo que necesitamos, aunque la ciencia aún no puede decirnos precisamente por qué.
El consenso actual es que el sueño cumple dos funciones vitales: el cerebro necesita eliminar los subproductos metabólicos que se han acumulado durante el día y la mente tiene que empezar a prepararse para el día siguiente, por lo que se deshace de cualquier tipo de memorias nuevas que sean inútiles.
Pero el mundo de los sueños sigue siendo un misterio, lo que no lo es que es fundamental descansar y tener una noche perfecta.