MARINE EN ST. CROIX, Minnesota – Desde el pasillo, el salón donde Abby Brown enseña sexto de primaria, en una pequeña escuela a una hora en auto al noreste de Minneapolis, parece típico, con una bandera estadounidense al frente y colorido material gráfico de los alumnos decorando las paredes.
Pero en su interior se desarrolla un experimento que la sitúa entre las aulas menos ortodoxas de escuelas públicas en Estados Unidos, y los alumnos no sólo estudian, sino que también son estudiados. A diferencia de los estudiantes de casi todas partes, los del grupo de Brown no tienen que sentarse y estar quietos. Se les permite pararse y moverse durante toda la clase si así lo quieren. Y eso hacen.

Si quiere echarle un vistazo a la labor de uno de los héroes sensoriales de su cuerpo que recibe poco reconocimiento, pruebe este pequeño experimento.
El Día Internacional de la Mujer (DIM) comenzó como un acontecimiento político en la cultura de muchos países (principalmente Rusia y los países del ex bloque soviético). Con el tiempo el día ha perdido su sabor político, y se convirtió en simplemente una ocasión para que los hombres expresaran su amor a las mujeres a su alrededor en una forma algo similar al Día de la Madre y el Día de San Valentín mezcladas. En otros países, sin embargo, el DIM es tomado como tema político y de derechos humanos en una manera esperanzadora.