Entre los cereales, la avena, destaca tanto por sus cualidades energéticas como por su esbeltez, su grácil estética y ajuste de tallo, espiga y hojas. Sus granos están dispuestos de forma que el sol, el aire, la luz y el agua los penetran y vivifican por todas partes.

Ha sido la base de la alimentación de pueblos reconocidos por su vigorosidad como los irlandeses y los escoceses.

En el proceso de transformación de los granos en copos no se elimina nada, sólo se les pasan cilindros para que queden aplastados.

Los copos de avena son la base ideal en cualquier comida, se pueden preparar sóla, cruda o cocida, con leche de vaca, leche de soja, agua, caldo de verduras, frutas, yogur o kéfir.

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