La semana pasada fui participe de un podcast en el que se trató el tema de «Proyecto de vida». A veces nos aferramos a un trabajo sin un propósito o un fin específico que nos lleve a desarrollarnos como personas y dar lo mejor nosotros mismos.
Esta mañana desperté leyendo un post publicado en la cuenta de instagram de la Dra. Ana Simó (@anasimo01) en el cual uno de los genios del siglo XX, Albert Einstein, habla sobre las crisis. Es la crisis vista desde otra perspectiva, desde una perspectiva de apertura, de aceptación y cambio:
No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. ES en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Albert Einstein
La crisis de la mediana edad se sitúa en torno a los 40 años y suele coincidir con la etapa en que el individuo se plantea ciertas cuestiones
Es obvio que la madurez va de la mano del paso del tiempo. Así son muchos los que se preparan para tal acontecimiento, previniendo, mediante el cambio de sus hábitos, la entrada al envejecimiento.
La crisis de la mediana edad se sitúa en torno a los 40 años y suele coincidir con la etapa en que el individuo comienza a cuestionarse el curso de la existencia que ha llevado, haciéndose preguntas del tipo, ¿he conseguido mis metas?, si es así, ha valido la pena el esfuerzo.
Cuando después de esta valoración el individuo percibe que no ha logrado sus objetivos comienza a verse inmerso en un círculo vicioso en el que el disgusto y la frustración que siente le hacen cuestionarse todo, apareciendo pensamientos negativos que dominan su vida y que tienen como consecuencia un efecto demoledor en su entorno, tanto el laboral, como el familiar o el social.
Que nuestra sociedad actual está viviendo un momento de apogeo del narcisismo como un tema central de la cultura, es un hecho en el que coinciden sociólogos, antropólogos o psicólogos y psicoanalistas. También es un hecho que el ego, la vanidad o la auto-exaltación, componentes del narcisismo, en parte son el resultado de una estrategia de adaptación de la especie humana y de los propios individuos en la especie.
Aún más, en nuestro mundo postmoderno el narcisismo se ha democratizado y se ha reforzado, ya no es exclusivo de una determinada élite social o artística. Hoy en día se potencia el individualismo, de la implicación y compromiso personal se ha pasado a los pactos temporales, o en palabras de Zygmunt Bauman hemos pasado de una sociedad sólida a una líquida. Se suple la ética por la estética, la historia como herramienta para conocer los procesos de la evolución de la humanidad en sus diferentes campos y, por tanto, útil para analizar nuestro presente y la toma de decisiones que (re)configura nuestro futuro representa lo viejo, lo nuevo son los flujos de acontecimientos sin ninguna conexión.
Un estudio de la Universidad de Oxford aseguró que el círculo íntimo de los amantes se reduce en forma drástica cuando deciden unirse. Por qué se produce el deterioro de la amistad
Los investigadores de esta casa de altos estudios inglesa presentaron su trabajo en el Festival de Ciencia británico en la Universidad de Aston, y estiman que en breve será de dominio público. Según sus conclusiones,cuando una persona se enamora pierde en promedio dos amigos de su círculo más cercano, que suele estar formado por una media de cinco individuos.
“Las personas que están en relaciones amorosas en lugar de tener el típico círculo de cinco (amigos) en promedio, sólo tienen cuatro”, sostuvo el profesor de Antropología evolutiva en Oxford Robin Dunbar. Y agregó: “Teniendo en cuenta que una de esas es la nueva persona que ha llegado a su vida, significa que han tenido que renunciar a otros dos” amigos.
No hay trabajo, ni dinero, ni casa, pero al menos hay amor, ¿verdad? Una familia o una pareja puede brindar consuelo al tiempo que las inversiones se desploman y el dinero escasea. Bueno, tal vez no.
Así como las compañías se contraen, la gente puede encontrar que sus relaciones también lo hacen. Los presupuestos, los hábitos y la dinámica de género en el hogar están en proceso de cambiar ahora que una recesión global aprieta con más fuerza.
«Hoy en día, las familias experimentan todo tipo de presiones que no existían antes y simplemente tienen que hacer ajustes para que las cosas funcionen», dijo David Popenoe, director del Proyecto Nacional del Matrimonio, en la Universidad Rutgers, a Jennifer Conlin de The New York Times.