Dolor persistente en huesos y abdomen
Fiebre sin causas o por más de una semana
Moretones o sangrado de nariz o encías
Crecimiento tumoral o de ganglios
Picazón en el cuerpo sin lesiones en la piel
Cansancio fácil, palidez y anemia súbita
Pérdida de peso
Dolor de cabeza y vómitos por la mañana o por varios días
Abdomen que crece rápidamente
Infección que no mejora