Ponerle nombre a tus ahorros te ayuda a enfocarte en cuanto a tus metas financieras.
Ahorrar por ahorrar no nos da un sentido de dirección, más aun cuando nos entran esas ganas por comprarnos el último smartphone, unos jeans o cualquier oferta de verano.
Tener un fin para nuestros ahorros (vacaciones familiares, cambiar de carro, TV…) y cumplir nuestra meta nos da una sensación de logro que nos ayuda a organizarnos mejor en otros ámbitos de la vida.
Comienza con un monto pequeño, presupuéstate y ve aumentando de a poco la mensualidad destinada a tu meta. Puedes abrir una cuenta separada de tu cuenta principal para tener un mejor control de tus depósitos.