Han hecho falta 50 años para colocarte en tu sitio, Minerva Mirabal. Medio siglo para que a ti y a mis tías, Patria y María Teresa, se les reconociera su papel de activistas políticas, de luchadoras concienzudas por la libertad y por la democracia de su tiempo. Por la calidad de la democracia de todos los tiempos.
Hicieron falta 50 años para que las Hermanas Mirabal dejaran de verse sólo como tres mujeres «y entonces madres» y esposas abnegadas que sacrificaban sus vidas y las de sus familias por enfrentar el círculo de represión y oprobio que vivía la República Dominicana con Rafael Leonidas Trujillo. Tuvo que pasar medio siglo para que tú, Minerva Mirabal, por ejemplo, no fueras vista sólo como la muchacha irresistiblemente bella a la cual el tirano echó más que el ojo e, insultado por tu categórico rechazo, te mandara a apalear junto a todo lo que tuvieras al lado.