En su búsqueda por una mejor salud, muchas personas recurren a doctores o suplementos herbales. Pero pasan por alto una arma poderosa que podría, ayudarles a combatir la enfermedad y la depresión, acelerar la recuperación, retrasar el envejecimiento y prolongar la vida: los amigos.
Los investigadores recién comienzan a prestarle atención a la importancia de la amistad y las redes sociales para la salud en general. Un estudio australiano de diez años encontró que las personas de mayot edad, con un amplio círculo de amistades, tenían un 22 por ciento menos probabilidades de fallecer durante el periodo del estudio que las que tenían menos amigos. y el año pasado, varios investigadores de Harvard informaron que los fuertes lazos sociales podían promover la salud cerebral cuando uno envejece.
«En general, el pápel de la amistad en nuestras vidas no es muy apreciado», dijo Rebecca G. Adams, profesora de sociología en la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro. «Hay montones de cosas sobre las familias y el matrimonio, pero muy poco sobre la amistad. Es desconcertante, pues la amistad tiene un impacto mayor en nuestro bienestar psicológicoque las relaciones familiares».
En un nuevo libro, «The Girls From Ames: A Story of Women and a 40-Year Friendship» (Las muchachas de Ames: Una historia de mujeres y una amistad de 40 años), Jeffrey Zaslow relata la historia de once amigas de la infancia que se dispersaron desde Iowa a ocho estados diferentes. A pesar de la distancia, su amistad perduró a través de la universidad y el matrimonio, el divorcio y otras crisis, entre ellas la muerte de una de las mujeres a los veintitantos años.
Hace poco, dos de las amigas se enteraron de que tienen cáncer de mama. Kelly Zwagerman, hoy maestra de preparatoria, quien vive en Northfield, Minnesota, dijo que cuando recibió su diagnóstico, en septiembre de 2007, su médico le dijo que se rodeara de seres queridos. En lugar de ello, se puso en contacto con sus amigas de la infancia, aunque vivían muy lejos.
«Las primeras personas a las que les conté fueron las mujeres de Ames», indicó en una entrevista. «Les mandé un correo electrónico. De inmediato, recibí correos electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de apoyo. El amor de todas ellas llegó a raudales al instante».
En 2006, un estudio de casi tres mil enfermeras con cáncer de mama encontró que las mujeres sin amigas íntimas tenían cuatro veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad que las mujeres con diez o más amigas.
Bella DePaulo, profesora visitante de psicología en la Universidad de California, en Santa Bárbara, cuya labor se concentra en personas solteras y amistades, sostiene que en muchos estudios, la amistad tiene un efecto aún mayor en la salud que un cónyuge o familiar.
En el estudio de las enfermeras con cáncer de mama, tener un cónyuge no estuvo vinculado con la supervivencia.
«Las personas con redes amistosas más sólidas sienten que hay alguien a quien pueden recurrir», dijo Karen A. Roberto, directora del centro de gerontología en la Universidad Tecnológica de Virginia. «La amistad es un recurso subvalorado. El mensaje consistente de estos estudios es que los amigos hacen que tu vida sea mejor».
Tara Parker-Pope | The New York Times