Un individuo con visión normal es capaz de distinguir cerca de 30.000 colores.. El daltónico apenas puede ver y diferenciar entre 300 a 500 colores
El llamado “tirón de codo” se produce en los niños de entre uno y seis años. Cómo prevenirlo
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Detalles sobre este antiguo texto hindú que se ha convertido en la «biblia» del placer
Se ha convertido en marca de “cosméticos eróticos”, productos y juguetes sexuales, lencería y cosmética, además es una guía para el placer en todo el mundo. El Kamasutra es un muy antiguo texto hindú que habla sobre cómo conseguir un buen disfrute sexual. Su autor, Vatsyayana Mallanaga, proponía convertir el sexo en una unión profunda. Aunque ha sido considerado en todo el mundo como una guía técnica para el placer, ese no es su único objetivo. Las posiciones que se enumeran en su segundo capítulo no tienen ningún sentido sin un objetivo espiritual, pero además, los sexólogos insisten en que lo más útil de este libro es que contiene una aproximación distinta a la sexualidad y que favorece el erotismo femenino, que hasta hace poco tiempo era un tema olvidado en nuestra cultura.
En Francia ya se divulga la regla 3-6-9-12
Serge Tisseron, director de Investigaciones de la Universidad París Ouest Nanterre, propuso la Regla 3-6-9-12 para guiar a los padres sobre las edades adecuadas para el uso de cada tecnología. Desde 2011, esta información es divulgada por la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA).
Las cinco reglas, resumidas, son:
1) Evitar las pantallas antes de los 3 años. Numerosos trabajos ponen de manifiesto que el niño menor de 3 años no gana nada al exponerlo con frecuencia a las pantallas.
Los niños aprenden más rápido que los adultos a usar los dispositivos digitales e Internet. Antes de aprender a hablar ya saben desbloquear la iPad y jugar con la PC. Se entrevistó a científicos, psicólogos y médicos de la Argentina, España y Francia para saber cuál es el secreto
Los padres siempre guardan en su memoria -en fotos y en algún video casero- recuerdos y momentos únicos de sus hijos, esos que atesoran y no quieren olvidar. La primera vez que balbuceó mamá y papá , cuando dio los primeros pasos tambaleantes, aquella vez que bailó alegremente al ritmo de su canción favorita.
Ahora se suman otros momentos inéditos: la primera vez que llamó a la abuela con el celular de mamá, desbloqueándolo sin ningún inconveniente; aquella vez que agarró la iPad en un descuido paterno y, para sorpresa de todos, supo cómo pasar las pantallas y hasta ampliar las fotos, o esa tarde que se puso a jugar con la Play junto a sus hermanos mayores.
La convergencia de la genómica, marcada por la rápida caída del costo de secuenciar el código genético de una persona, y la tecnología inalámbrica, con su ola de aplicaciones innovadoras para la medicina, ha llevado a Eric Topol a escribir The Creative Destruction of Medicine (algo así como La creativa destrucción de la medicina). El libro ofrece una perspectiva ilustrativa sobre la digitalización de la medicina, pero también nos recuerda que pese a que el sector es uno de los principales impulsores de la innovación, tiene una cultura conservadora que sufre el embate de cambios transformativos.
A continuación, extractos de una entrevista a Topol, jefe de medicina cardiovascular de la Clínica Cleveland.
WSJ: Empecemos por el título. «Destrucción creativa» es un término provocativo. ¿Qué necesita ser destruido?
Topol: Hay dos niveles. Uno es que en la medicina, todo lo que hacemos es prácticamente en el nivel de la población. Ya sea un examen masivo o dar el mismo medicamento a todas las personas con un diagnóstico particular, esto no reconoce la individualidad. Pienso que es fundamentalmente erróneo. Ahora tenemos las herramientas para hacerlo mucho mejor.