El que la música haga vibrar hasta la cuerda más sensible de nuestro ser es un descubrimiento tan antiguo como la conciencia humana misma. Pero ¿la música podría ser considerada un medicamento algún día?
Vera Brandes, directora del programa de investigación en música y medicina de la Universidad Médica Privada Paracelsus, en Salzburgo, Austria, es una de las expertas que apuestan que tal será el caso.
“Soy la primera farmacóloga musical”, dijo Brandes el año pasado, en Viena. En esa capacidad, actualmente desarrolla medicamentos bajo la forma de música, administrados como prescripción. Con el fin de promover su línea de productos, ayudó a fundar Sanoson (sanoson.at), empresa que también diseña sistemas musicales a la medida para instalaciones médicas.
“Actualmentepreparamos el lanzamiento de nuestras terapias en Alemania y Austria, para 2009 y anticipamos el lanzamiento estadounidense en 2010”, dijo.



Individuos con Desordenes del Espectro del Autismo (DEA) tienden a mirar fijamente la boca de las personas en vez de sus ojos. Un estudio financiado por el NIH con niños de 2 años de edad con déficit del desorden social sugiere el porqué puede ser que encuentren la boca tan atractiva: lip-sync – la armonización exacta del movimiento del labio y el sonido de la alocución. Tal sincronía preocupa a los pequeños con autismo, mientras que sus pares inafectados se concentraron en movimientos sociales significativos del cuerpo humano, tales como gestos y expresiones faciales.