¿Cuáles son algunos problemas que surgen después de un abuso sexual durante la infancia? ¿Y cómo empieza la curación?
Durante los últimos 22 años, Natalie, una sobreviviente del abuso sexual infantil, ha sido capaz de alcanzar el clímax durante el sexo con su esposo. Pero ella tiene una fantasía sexual recurrente que la altera terriblemente. Para poder tener orgasmos, Natalie debe imaginar que está siendo violada por nazis, una fantasía que nunca ha compartido con su esposo.
La experiencia personal de Natalie es una de las muchas historias que Wendy Maltz, M.S.W., ha escuchado durante los últimos diez años en su trabajo con hombres y mujeres que han sobrevivido al abuso sexual. Maltz estima que “cuatro de cada cinco supervivientes experimenta fantasías sexuales no deseadas. El contenido es perturbador y ellos se sienten fuera de control.”


En EE.UU., una cátedra sobre prácticas fetichistas terminó con la exhibición de una pareja en el aula; el profesor defendió lo sucedido


Nancy Friday fue una de las primeras autoras en exponer, allá por los años 70, las fantasías sexuales femeninas de una forma abierta en su libro “Mujeres Arriba”. Según la norteamericana, las fantasías sexuales responden a la necesidad de variar e innovar que experimentan la mayoría de las parejas, afirmación que suscriben muchos expertos. Mientras en las fantasías masculinas predominan los estímulos visuales, en las femeninas abundan los susurros y los circunloquios románticos. Algunas mujeres las viven con tanta convicción que llegan a alcanzar el orgasmo.