El concepto “adicción sexual” no está incorporado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos, una publicación reconocida por psiquiatras en todo el mundo.
Pero, para su próxima edición, estudian la posibilidad de incluir el término “desorden hipersexual”.
Y aunque la Organización Mundial de la Salud tampoco la reconoce como un adicción, la organización sí maneja el concepto de “excesivo deseo sexual”.
Alexandra Katehakis, quien es la directora del Centro para un Sexo Saludable, basado en la ciudad de Los Ángeles, tiene sin embargo 13 años trabajando “adictos al sexo”.
En 2009, la Asociación Americana de Psicología divulgó en un comunicado su posición en relación a las llamadas ‘terapias de conversión’ en el cual establece que los profesionales de la salud mental deben evitar decir a sus clientes que pueden cambiar de orientación sexual mediante terapia u otros tratamientos. La resolución, casi unánime, resultó de las recomendaciones de un grupo de trabajo encargado de revisar toda la literatura referente a los Esfuerzos de Conversión de la Orientación Sexual (SOCE, según sigla en inglés). Sus recomendaciones fueron divulgadas en el informe Respuestas Terapéuticas Apropiadas a la Orientación Sexual.
Huda Zoghbi, M.D., miembro del comité asesor científico de la RSRT e investigadora del Síndrome de Rett conversó con Mónica Coenraads sobre la reclasificación del DSM
