«En el pasado, la gente pensaba que los pájaros eran estúpidos», se lamenta el científico Christopher Bird.
Pero de hecho, algunos de nuestros amigos emplumados son mucho más inteligentes de lo que pensamos.
Y hay un grupo en particular -los córvidos- que ha asombrado a muchos científicos por sus extraordinarias dotes de memoria, su habilidad de emplear razonamiento social complejo y, quizás más sorprendente, una notable destreza para hacer y usar herramientas.
Bird, quien trabaja en el departamento de zoología de la Universidad de Cambridge, dice que «clasificaría a los córvidos como tan inteligentes como los primates en muchos aspectos».
El grupo de los córvidos -que incluye cuervos, grajos, cornejas, chovas y arrendajos- cuenta con algunas de las especies de pájaros más sociables.
Y parte de su inteligencia se desarrolla a partir de la convivencia con otras especies, en un ambiente en el que ser lo suficientemente listo como para reconocer individuos, para formar alianzas y fomentar relaciones, es clave.
La vida en comunidad también puede requerir de pequeños engaños y, en ese sentido, la Aphelocoma californica se distingue.
Muchos córvidos esconden alimentos para comérselos después, particularmente durante los fríos meses de invierno cuando los recursos escasean, pero la Aphelocoma californica va más allá.
«Si están siendo observadas, esconderán su comida pero también harán escondites falsos, de manera que hundirán el pico en la tierra pero no dejarán ningún alimento ahí. Es su estrategia para confundir», señala Bird.
«A veces, si han sido observadas, esperan y regresan al lugar para sacar lo que escondieron y llevarlo a otro escondite».
¿Me estás mirando?
El conocimiento que tienen los córvidos de otros pájaros ha hecho que los científicos se pregunten si también tienen conciencia de sí mismos.
Para probarlo, los investigadores usaron una prueba de Gallup en la que se marca una parte del cuerpo del animal que normalmente no puede ver y luego se le muestra su reflejo en el espejo.
Si nota la marca y trata de quitársela, se asume que el animal sabe que se está mirando reflejado y que por ende es de alguna manera conciente de sí mismo.
Hasta hace poco, sólo algunas especies de primates habían pasado esta prueba de reconocimiento propio consistentemente, aunque estudios recientes sugieren que los elefantes y los delfines también responden.
Pero el año pasado, un equipo alemán reveló que cuando le ponían a las urracas una marca de color bajo sus picos, trataban de quitársela al mirarse al espejo. Fue la primera vez que un ave parecía haber pasado la prueba.
El profesor Onur Gunturkun, de la Universidad de Bochum, uno de los autores del informe Plos, dijo que eso desestimaba el supuesto de que «sólo los mamíferos desarrollados eran capaces de reconocerse a sí mismos».
Dame una palanca…
Mientras que la inteligencia social de las aves sigue siendo motivo de admiración, es quizás su inteligencia física, y en particular el uso de herramientas, lo que ha generado más interés.
Estudios recientes revelan que esta habilidad en los córvidos es tan impresionante -y a veces aún más- que en los primates como el chimpancé.
Y una de las especies en particular posee una capacidad extraordinaria: el cuervo de Nueva Caledonia, que vive en la isla Nueva Caledonia en el Pacífico.
Russell Gray y sus colegas del departamento de psicología de la Universidad de Auckland han estudiado esta especie extensivamente y fueron los primeros en descubrir que los pájaros estaban haciendo herramientas en su ambiente salvaje.
Gray le dijo a la BBC que «hacen unas cosas realmente complejas. Los hemos visto tomar toda una rama de un árbol, quitarles las ramas laterales y afilar la punta para crear un gancho y cazar larvas».
En otras observaciones de campo se les ha visto usar varias herramientas distintas para alcanzar los alimentos que les gusta.
Betty la lista
En el laboratorio, los cuervos de Nueva Caledonia cautivos también están ayudando a los científicos a entender mejor su inteligencia y el uso de herramientas.
Un pájaro en particular parece tener una capacidad extraordinaria para resolver problemas usando herramientas: Betty.
Alex Kacelnik, quien dirige el departamento de ecología conductual de la Universidad de Oxford, explica que «Betty fue capturada cuando era joven en el campo y tenía unos dos años y medio cuando llegó a donde nosotros. No teníamos ninguna razón para sospechar que era un animal fuera de lo común».
No obstante, el equipo descubrió, por accidente, que Betty era capaz de hacer cosas increíbles que nunca se habían visto en otros animales.
Los investigadores estaban viendo como los cuervos de Nueva Caledonia seleccionaban sus herramientas dándoles un balde pequeño lleno de comida, que estaba metido en un pozo, y unos pedazos de alambre, algunos derechos y otros torcidos, y algunos con un gancho en la punta.
La idea era ver si los cuervos seleccionaban el alambre torcido para llegar a la comida que les gustaba.
Pero Betty asombró a los investigadores cuando escogió un alambre derecho y luego usó su pico para doblarlo.
Cuando le volvieron a hacer pruebas presentándole sólo alambres derechos, repetidamente los dobló hasta hacer ganchos. Otros experimentos con pedazos de aluminio mostraron que ella doblaba, acortaba o alargaba el material para llegar a la comida.
Fue la primera vez que se vio a un animal hacer algo nuevo para una tarea específica, sin un período previo extendido de aprendizaje.
La pregunta del millón
Mientras más se descubren conductas inteligentes de los córvidos, los científicos están tratando de entender por qué este grupo ha desarrollado estas habilidades especiales. Y el uso de herramientas de los cuervos de Nueva Caledonia es uno de los focos clave.
«¿Qué ha llevado a sólo esta especie en esa pequeña isla en el Pacífico a ser capaz de producir herramientas tan complejas? Es todo un misterio», se pregunta Gray.
«Esa es la pregunta del millón», dice Kacelnik.
«Sabemos que es hereditario. Hemos demostrado que si uno cría cuervos de Nueva Caledonia sin exponerlos jamás a ningún contacto social, siguen queriendo usar herramientas para solucionar problemas».
Los investigadores también están estudiando los procesos cognitivos que apuntalan esta conducta.
«Lo interesante es que pueden hacer tantas cosas inteligentes como los primates, y a veces las hacen mejor. Pero su cerebro es completamente diferente al de los mamíferos», señala Bird.
«No poseen el área que en el cerebro de los mamíferos se piensa que está la cognición inteligente, el neocortex. Lo interesante es que tienen otra, el nidopallium, que quizás cumpla la misma función», agrega.
¿Qué es ser inteligente?
Y mientras los científicos intentan entender esta nueva información, de la investigación también están brotando preguntas más fundamentales sobre la inteligencia.
Christian Rutz, quien también trabaja en la Universidad de Oxford, señala que «hay cuestiones semánticos tan enormes. ¿Cómo se define la inteligencia? ¿Cómo se define lo que significa el entender algo?».
«Tenemos que cuidarnos al atribuirle inteligencia a conductas sorprendentes», anota.
«No todo lo que le parece inteligente al observador lo es. Por ejemplo, los arácnidos. Estos animales construyen estructuras sofisticadas para conseguir alimentos pero ¿podemos calificar su conducta de inteligente? Probablemente no».
Rutz dice que para entender lo que las aves están haciendo y si eso las diferencia de alguna manera de otros animales, los mismos experimentos tienen que repetirse muchas veces, en muchas especies, para comparar los resultados apropiadamente.
Añade que «la gente tiende a pensar que la investigación sobre la cognición de los córvidos está increíblemente avanzada y que hemos resuelto la mayoría de los interrogantes. Yo no creo que sea así. Esto es sólo el principio».