En EE.UU. 22 millones de personas consumen algún tipo de droga ilegal, 8,7% más que en 2008, según un estudio presentado por la Administración de Servicios Sanitarios Mentales y de Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés)
Además unos siete millones de estadounidenses podrían estar consumiendo drogas sin tener la prescripción requerida, en su mayoría fuertes medicamentos para el dolor. En este reglón, el aumento es del 20% comparado con el año 2002 cuando empezaron a llevarse estos registros.
Entre 2008 y 2009 aumentó en 60% el uso de metanfetaminas, mientras que unas 750.000 personas habrían usado éxtasis.
“Los hallazgos de hoy son desilusionantes, pero no sorprendentes”, explicó Gil Kerlikowske, el director de la Oficina Nacional para Control de Drogas, cargo que es mejor conocido como “zar antidrogas”.
“La actitud juvenil sobre el peligro de las drogas se ha suavizado en los últimos dos años. En el pasado eso frecuentemente ha señalado que vienen incrementos (en el consumo)”, afirmó Kerlikowske.
El aumento general se debería a un incremento en el consumo de la marihuana y una percepción más “benevolente” sobre esta droga que dirigiría el interés a otras, de acuerdo con el reporte, que se basa en los hallazgos de una encuesta hecha a unas 70.000 personas.
El 77% de los encuestados reconocieron haber usado marihuana en el mes previo a la encuesta, mientras que entre adolescentes el consumo aumentó en 9%, en medio del debate sobre sus usos médicos y la posible legalización que decidirán los votantes en California.
Ese debate habría dejado a los jóvenes estadounidenses “desinformados acerca de una droga cuya potencia se ha triplicado en los pasados 20 años”, se lee en un informe e SAMHSA.
“El error aquí está del lado del gobierno, porque durante años ha puesto la marihuana, una droga relativamente segura, al lado de otras peligrosas como la heroína”, aseguró Mike Meno, portavoz del Proyecto Marihuana, un grupo que promueve la legalización y el uso médico de la hierba.
“Lo que el informe realmente muestra es que después de décadas de costosos esfuerzos policiales, el gobierno no ha logrado reducir la disponibilidad de la marihuana. Y la gente se está dando cuenta que la marihuana no es esa droga dañina que el gobierno presenta”, afirmó.
De acuerdo con algunos analistas, la crisis económica y la lenta recuperación que ha experimentado el país han jugado un rol en el aumento del consumo de drogas.
“Hay una relación entre los asuntos económicos y el abuso de sustancias”, afirmó la directora de SAMHSA, Pamela Hyde, al destacar que los consumidores desempleados duplican aquellos que tienen un trabajo de tiempo completo, 17% contra 8%.
Para otros, la legalización del comercio de drogas “blandas”, como la marihuana, podría servir para paliar parcialmente los problemas de la economía, al menos desde el punto de vista del ingreso impositivo, uno de los argumentos que hay detrás de la propuesta de legalización en California.
“Si quieres hablar de economía podríamos decir que cada vez más congresistas se dan cuenta de que tenemos este lucrativo mercado de marihuana y las leyes nos impiden tener ninguna ganancia legítima de ese comercio que estamos dejando en manos de carteles de narcotraficantes”, señaló Mike Meno.
Algunas estimaciones sitúan el mercado de la marihuana en EE.UU. en US$ 36.000 millones anuales, más que la suma de los cultivos de maíz y trigo.