Psicológicos, físicos, sociales, sexuales… Los complejos, muchos arrastrados desde la infancia, pueden limitar el desarrollo, la percepción y la vida de quien los padece
Los complejos psicológicos son respuestas que genera nuestra mente ante una discapacidad o una diferencia con los demás. En la mayoría de los casos, se trata de pensamientos irracionales que atormentan a la persona. Aunque a menudo pasan desapercibidos por el entorno, quien los padece les da un valor sobredimensionado. De ahí el malestar que producen.
Muchos complejos aparecen en la infancia y se ven reforzados y mantenidos a lo largo de los años. Se relacionan con presiones, comparaciones y errores del entorno familiar que, más o menos inconscientemente, imponen al niño un modelo de perfección. Los complejos están fuertemente relacionados con la autoestima y pueden llegar a influir y condicionar la vida de quien los padece, incluso pueden impedir disfrutar de determinadas cosas o llegar a limitar nuestro desarrollo y nuestra vida en general.
Por ser inconscientes, resulta difícil que los complejos psicológicos puedan ser resueltos por la propia persona. No obstante, con el tiempo y a través del conocimiento adquirido desde la evolución personal, desarrollo cultural y, en su caso, la ayuda psicológica, podemos ir desmantelando estos pensamientos erróneos, etiquetas, incapacidades o limitaciones personales.
Físicos
Los complejos físicos afectan tanto a hombres como a mujeres. El hedonismo o culto al cuerpo están a la orden del día. Por supuesto que es humano tener complejos, la imperfección es humana y es normal tener conciencia de ella. Lo que importa es la estrategia establecida para vivir con ellos. Algunas personas deciden obedecer al complejo e intentan hacer lo que sea para disimular sus defectos. Otras se lanzan a una carrera sin freno para conseguir la perfección e intentar compensar sus puntos débiles.
Se ha detectado en algunos jóvenes adolescentes dismorfofobia, es decir, les resulta difícil ver su cuerpo tal y como es. Perciben defectos físicos donde no los hay. Es cierto que la idea de perfección, al igual que la belleza, es muy subjetiva, y en la búsqueda de ese ideal se llega a ver a jovencitas de 17 años pidiendo unos pechos nuevos como regalo de cumpleaños, cuando aún su cuerpo no ha terminado de definirse, ni mucho menos su mente.
La sociedad y la influencia de los medios, junto con la permisividad de algunos padres, empujan al quirófano a no pocos adolescentes.
La aceptación de nuestras imperfecciones sin renunciar a ciertas correcciones sería una zona de equilibrio, un proceso de sensatez fuera del cual nos encontraríamos en un marco de trastorno psicológico a resolver (angustia, obsesión, inseguridad, inmadurez, falta de realidad, narcisismo). La cirugía no puede modificar el inconsciente, tan solo traslada los complejos de sitio y, a veces, los agrava.
Sociales
Relacionados con lo económico, la profesión, el estatus social y los orígenes. Complejo de pobre, de clase, de estudios, de insociabilidad, timidez, carácter…
Saber escoger a los amigos, a gente que te acepte como eres, ser natural, saber escuchar a los otros y la sociabilidad temprana son factores que ayudan a superarlos. Pero ante la insociabilidad, timidez y mal carácter, que dificultan muy directamente los ámbitos relacional, social y laboral, con raíces directamente inconscientes y resultados finales nefastos –pérdida de pareja o incapacidad para tenerla y mantenerla, dificultades socio-laborales–, es imprescindible la psicoterapia.
Sexuales
En mujeres: algunas se acomplejan en la cama si su pareja les pide sexo oral, anal, masturbaciones, ciertas posturas o simplemente tomar la iniciativa. En hombres: mostrar su pene si no están satisfechos, tomar la iniciativa si son tímidos, por disfunciones sexuales.
Frente a estos complejos, es aconsejable mostrarse como uno es, sin obligarse a lo que no quiera y crecer la pareja sexual a través del conocimiento mutuo, la comunicación, el respeto y la capacidad de juego. Si resulta difícil llegar a estas pautas sencillas, también pueden solicitar ayuda y sobre todo información al sexólogo.
En los complejos sexuales ligados al cáncer, es importante que, superado el trance, se reinstaure el espacio de pareja-sexual cuanto antes. De lo contrario, si es relativamente joven y no está bien asentada, puede llegar a disolverse. Aunque donde hay amor, cariño y una buena historia en común, puede incluso reforzar los lazos de unión.
Los complejos más habituales
De Edipo Fijación amorosa temprana del niño a la madre. El adulto tendrá dificultades en sus relaciones con lo femenino o puede quedar soltero en el cuidado perpetuo de su madre.
De Electra Fijación amorosa temprana de la niña al padre. De adulta, buscará hombres parecidos a su progenitor.
De Patito Feo Niños no deseados o que no encuentran bien su espacio en la familia de miembros bien definidos.
De Culpa Lo sufren madres trabajadoras que se sienten culpables de no dedicarse a sus hijos.
De Inferioridad Sensación de desamparo por vivencias infantiles causadas por un sentimiento de abandono.
De Superioridad La reacción de compensación frente al complejo de inferioridad, por medio de un enmascaramiento de su inseguridad e hipervaloración del mismo.
De Cenicienta Mujeres que en la vida solo buscan un hombre para casarse, un príncipe que las cuide y les dé seguridad.
De Peter Pan Nunca dejan de ser adolescentes y son eternamente inmaduros.
De Wendy Algunas mujeres que asumen el rol de ‘madre sustituta’ de su pareja.
De Caperucita Personas que siempre quieran agradar a la gente, haciendo lo que creen que a los demás les gustaría.
De Superman Hombres que se creen su supremacía física o mental sobre otros.
De La Bella y La Bestia Personas que creen que pueden cambiar a su pareja difícil para la convivencia.
Sexuales En mujeres, las que se acomplejan en la cama. En hombres, los que no están satisfechos con su pene, son tímidos o sufren alguna disfunción, como la erectil o la eyaculación precoz.