Las series televisivas reproducen prácticas inadecuadas en casi el 50% de los casos
Los aficionados a las series de televisión sobre hospitales confían en que las historias que les cuentan tengan un trasfondo científico verdadero. Se supone que el presupuesto de ‘House’, ‘Urgencias’, ‘Anatomía de Grey’ y ‘Sin cita Previa’ es lo suficientemente generoso como para contar con unos buenos asesores médicos. ¡Vana ilusión!
Tal vez acierten en algunas patologías, pero la epilepsia no es una de ellas. En casi la mitad de los casos en los que se narra la peripecia de un paciente que sufre una crisis, los profesionales sanitarios le atienden de forma incorrecta.
Esperemos que a los autores del estudio que demuestra dichos errores les gusten las ficciones hospitalarias anteriormente citadas. Para realizar su análisis, tuvieron que ver nada menos que 327 episodios en los que se reflejaron un total de 59 crisis epilépticas, 51 de las cuales ocurrieron en un hospital. La práctica totalidad de los ataques fueron atendidos por médicos o enfermeras. Los resultados de la investigación se presentarán en el Congreso Anual de la Academia Americana de Neurología, que se celebrará en Toronto (Canadá) en el mes de abril.
«Las series televisivas constituyen un método educativo sobre primeros auxilios potencialmente útil», explica el principal responsable del trabajo, Andrew Moeller, de la Universidad Dalhousie de Nueva Escocia (Canadá). Desde luego, no en lo que se refiere a la enfermedad neurológica que nos ocupa. House y Meredith Grey tendrán que aprender mejor la lección.
En 25 de los casos analizados (un 46% del total) los guionistas ‘obligaron’ a los actores a atender de forma inadecuada a los pacientes. Las convulsiones se manejaron de forma correcta únicamente en 17 de los ejemplos (29%), mientras que en los restantes 15 incidentes (25%) no se pudo determinar, por falta de datos, si la actuación del personal sanitario se adecuaba a las actuales recomendaciones oficiales.
Las meteduras de pata que muestran las series son un reflejo del amplio desconocimiento de la población sobre lo que se debe hacer ante una persona que padece un episodio convulsivo. Cuando las series muestran a un médico metiendo un bolígrafo en la boca de un paciente contribuyen a difundir y perpetuar una práctica totalmente desaconsejada.
Tampoco hay que intentar sujetar al afectado para tratar de detener sus movimientos involuntarios y no se debe intentar reanimarlo ni darle nada de beber. Por otro lado, no necesita respiración artificial, a pesar de que aparentemente no respire.
Todo lo que hay que hacer ante una crisis epiléptica es evitar que quien la sufre se haga daño, apartando los objetos que están a su alrededor. Debe ser colocado con la cabeza girada hacia un lado (posición lateral de seguridad) y, a ser posible, con algo blando a modo de ‘almohada’.
Por último, sólo es preciso llamar a urgencias si el ataque es el primero que le ocurre a ese individuo, si se repite o si dura más de cinco minutos.