Las 12 señales de alerta del autismo

Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar graves problemas de socialización y comunicación, indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Tres tipos de trastornos

Los CDC definen tres tipos de TEA: el trastorno autista (conocido como el autismo clásico), en el que el niño presenta atraso en el lenguaje y desarrollo intelectual; el sindrome de Asperger, que suele presentarse con algunos de los síntomas del autismo, pero en forma más leve y el «trastorno generalizado del desarrollo no especificado» o autismo atípico, niños que no tienen un diagnóstico de autismo o Asperger pero sí tienen problemas de socialización.

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No reacciona cuando dicen su nombre

Según indica el listado de señales de alerta de los CDC, los niños a los 12 meses ya tienen la capacidad de responder con un gesto a su nombre. Si esto no ocurre con el paso del tiempo, conviene consultar con el pediatra. Los CDC aclaran que en muchas ocasiones se trata sólo de un pequeño retraso en el desarrollo.

No señala objetos de su interés

Hacia los 14 meses, explican los CDC, los pequeños ya tienen la capacidad de señalar cosas que les llaman la atención o que desean, un avión en el cielo, un perro ladrando, un dulce que quieren comer. Si esto no ocurre, puede ser una señal de atraso en el desarrollo.

No juega con situaciones imaginarias

Darle de comer a un juguete es un típico juego infantil que indica el desarrollo y que comienza hacia los 18 meses del niño. Que no ocurra puede ser una señal de TEA, trastornos que aparecen antes de los 3 años y que duran toda la vida, indican los CDC.

Evita el contacto visual y juega solo

Que el niño no mire a los ojos cuando se le habla, es una típica señal de alerta. El auto aislamiento también es otro rasgo de estos trastornos. En el país, uno de cada 110 niños es diagnosticado con un tipo de TEA. Y si bien no hay cura, la intervención temprana es esencial para una mejor calidad de vida, explica la Autism Society.

Tiene dificultad para expresar sentimientos

El niño con un trastorno autista tiene dificultad para comprender los sentimientos ajenos y para expresar los propios. En muchos de los casos, se desarrollan bien hasta los 24 meses, para luego dejar de adquirir destrezas como la capacidad de comunicarse, revelan estudios.

Tiene retrasos en el lenguaje y habla

Es un síntoma que suele afectar a todo el espectro de TEA. Las terapias tempranas logran salvar esta barrera de comunicación en la mayoría de los casos, advierten los CDC. Expertos explican que uno solo de estos síntomas no definen a un niño autista, sino una combinación de gran parte de ellos.

Se irrita fácil por cambios mínimos

El niño afectado por estos trastornos suele ser irritable y los cambios mínimos cambian rápidamente su humor. Los padres comienzan a observar que no se trata de los típicos malestares o perretas sino de cambios de humor «distintos»: el niño autista es difícil de confortar. Es una señal de alerta para hablar con el pediatra.

Mece su cuerpo como autómata

Otros rasgos muy típicos de los trastornos TEA son cuando el niño se mece como autómata, realiza un movimiento de aleteo con sus manos o gira en círculos. No se trata de un movimiento aislado, aclara la Autism Society, sino de una conducta a repetición, que llama rápidamente la atención de los padres o personas cercanas.

Reacciona de forma extraña

Por ejemplo, gritar o angustiarse exageradamente frente a un ruido, o reirse a gritos en momentos inoportunos. También temerle a cosas inofensivas pero no tener conciencia de peligros reales. Los niños con trastornos TEA graves pueden llegar a dañarse a sí mismos. Se irritan si se los saca de la rutina diaria.

Tiene conductas obsesivas

Los CDC explican que muchos de los pequeños con estos trastornos tienen conductas obsesivas: querer ver un video de principio a fin (incluidos anuncios y créditos) decenas de veces, apilar o poner en fila objetos. Si no se les permiten estas rutinas, tienen una rabieta.

No contesta lo que se le pregunta

El niño autista usa pocas palabras y suele monologar: no escucha lo que los demás le dicen. La ciencia aún investiga las causas de estos males, pero se sabe que el secreto está en los genes, en trastornos congénitos y en el medio ambiente, pero no en la forma de educar de los padres.

Repite siempre la misma palabra

La repetición de palabras es un rasgo que cruza todos los TEA, habitualmente es la palabra «mamá» o «papá», la que dicen una y otra vez, informa la Autism Society. La campaña «Aprenda los signos, reaccione pronto», de los CDC, ayuda a detectar a tiempo síntomas que se alejen del desarrollo normal de un pequeño.

Clave, atención temprana

En distintos estudios se ha observado que entre un tercio y la mitad de los padres de niños con TEA notaron un problema antes de que el pequeño cumpliera el primer año, y cerca del 80 al 90% observó problemas hacia los 24 meses. Toda intervención temprana es buena para el diagnóstico y el rápido tratamiento.

Paula Andalo | Hola Doctor