El suplicio de Símone Weinstein con el cáncer empezó de la manera más banal: estaba cansada. Se le dificultaba levantarse por la mañana, y ni siquiera tenía energía para salir con sus amigas. Simone tenía catorce años. Su madre pensó que simplemente era una adolescente típica.
“Me decía: ‘No sé qué hacer contigo'”, dijo Weinstein, hoy una estudiante de 20 años en Whittier College, en California, quien finalmente recibió un diagnóstico de cáncer de la sangre llamado leucemia linfoblástica aguda.
“Ella pensaba que yo era una adolescente normal, sí bien un poco perezosa”.
No es algo inusual, a pesar de que uno de cada 333 niños desarrolla un tumor maligno antes de los 20 años, y la enfermedad produce más muertes en el grupo de quince a 19 años que ninguna otra enfermedad.
Los expertos dicen que como los adolescentes tienden a no pedirles ayuda a los adultos ni a confiarles cambios físicos vergonzosos, es probable que reciban sus diagnósticos mucho más tarde en el curso de su enfermedad que los niños pequeños. Y eso normalmente significa que requerirán tratamientos más agresivos y prolongados que pueden conducir a efectos secundarios para toda la vida.
En los inicios de 1959, el destacado psicólogo cubano Gustavo Torroella, que había terminado estudios en la Universidad de Columbia, fue llamado por Ernesto Guevara, “El Ché”, con el objetivo de crear un grupo especializado en el ámbito de la psicología. Cada viernes, el líder revolucionario, que sentía gran simpatía por la psicología y el psicoanálisis, sostenía una reunión con ese grupo para organizar y diseñar un proyecto de asesoría al Ejército Rebelde, que en aquella época estaba necesitado de una adecuada evaluación, educación e instrucción. En una de esas reuniones, el Ché preguntó si era mejor llevar adelante entrevistas individuales o tests. Como el ejército era muy grande y el tiempo era limitado se decidió que era preferible utilizar tests. El Ché escribió a Torroella una nota de presentación para el director de Cubana de Aviación y le dijo: “Ve y búscalo en el Hotel Habana Hilton; dile que te facilite un viaje a Nueva York y utiliza estos 300 dólares para que compres lo que consideres necesario”. Más tarde, ya en el hotel, el director de la aerolínea escribió en una servilleta de papel del restaurante la autorización para el pasaje que el empleado de la agencia de viajes expidió inmediatamente. Tal vez esta fue la primera petición que la Revolución de 1959 hizo a la psicología.
Se atribuye a Hermann Ebbinghaus haber dicho a finales del siglo XIX que la psicología como ciencia tenía un pasado muy largo y una historia muy corta. Lo mismo puede decirse actualmente de la psicología en República Dominicana.
La Carrera 10K de Gatorade es el primer evento por medio del cual se recaudarán fondos para el Programa Deja tu Huella con Gatorade, ya que el monto de las inscripciones se donará en su totalidad al programa.
Antes de ser magnates, exitosos ejecutivos y laureados con el Nobel, estos hombres fueron rechazados por la universidad