«El poder puede ser utilizado para la competencia y la cooperación, en vez de para el dominio y el control» Anne L. Barstow
Las relaciones entre las personas son, en ocasiones, especialmente complejas. Están plagadas de influencias mutuas, unas son constructivas mientras otras pueden llegar a ser profundamente devastadoras. El poder es la capacidad para influir sobre los otros, para bien o para mal, puede suponer, por tanto, una bendición o una agresión.
Existen diferentes formas de ejercer el poder, a saber:
1. Poder coercitivo: el instrumento utilizado es el temor. Se trata de controlar la conducta de los demás a través de la intimidación, se les amenaza o se les hace percibir que si no cooperan pueden perder algún tipo de beneficio o experimentar represalias. No es una fórmula para influir sino para obligar.