“¡Voy a conseguir mis votos!” gritó Mu Sochua, mientras se subía a un angosto bote de remos. “Uno por uno”.
Cruzaba un pequeño río en Mak Praing, en el sur de Camboya, en una reciente parada de su interminable campaña para la reelección al Parlamento, presentándose ante los electores rurales que quizás nunca antes la habían visto.
Arni Hole recuerda el impacto dentro de la comunidad empresarial de Noruega, en 2002, cuando Ansgar Gabrielsen, el Ministro de Comercio e Industria del país, propuso una ley que requeriría que el 40 por ciento de todos los integrantes de los consejos directivos corporativos fueran mujeres.
“Hubo, literalmente, gritos de asombro”, dijo Hole, directora general del Ministerio de Igualdad. “Fue un verdadero tratamiento de choque”.
Incluso en esta sociedad férreamente igualitaria, donde el 80 por ciento de las mujeres noruegas trabaja fuera del hogar y la mitad de los ministros del gobierno actual es del sexo femenino, la idea parecía radical, no tanto por su meta como por la simple magnitud del cambio que requeriría.
Dicen que las mujeres aparcan mal, claro que también decían que el aceite de oliva era malo. De nuevo un vídeo que pondrá fin al 60% de discusiones de pareja. La calidad de las mujeres como aparcacoches.
¿Cómo abordar a los hijos varones cuando llega la hora de tratar temas vinculados con la intimidad? Aquí, una guía para salir airosos del trance.
Una colega de la clínica, pediatra y madre, se preguntaba hace un tiempo si todavía seguíamos enseñándoles a nuestros hijos varones la anticuada norma de etiqueta de los ascensores: primero las mujeres.
Todas protestamos, diciendo que no nos gusta demasiado cuando los hombres sacan a relucir la táctica del ascensor -los ascensores de hospital suelen estar repletos, y lo mejor que uno puede hacer, si está cerca de la puerta, es salir lo antes posible-, pero tuvimos que admitir que nos parecía bien que nuestros hijos adolescentes conocieran el truco.
El Día Internacional de la Mujer (DIM) comenzó como un acontecimiento político en la cultura de muchos países (principalmente Rusia y los países del ex bloque soviético). Con el tiempo el día ha perdido su sabor político, y se convirtió en simplemente una ocasión para que los hombres expresaran su amor a las mujeres a su alrededor en una forma algo similar al Día de la Madre y el Día de San Valentín mezcladas. En otros países, sin embargo, el DIM es tomado como tema político y de derechos humanos en una manera esperanzadora.