La discusión de la autoría de este mensaje es imprecisa. La locutora Martha Debayle alega que el autor del escrito es el comediante George Carlin, mientras que en línea se le atribuye al Dalai Lama, a un estudiante de Columbine High School, al Dr. Bob Moorehead o simplemente «anónimo».
Ya no importa quien haya sido el autor. Lo cierto es que la simpleza y la altura del mensaje nos lleva a reflexionar sobre nuestra existencia en estos tiempos.