Recientes investigaciones han afirmado que se ha ido acortando la etapa infantil de forma considirable, al crecer la adolescencia precoz
La adolescencia llega antes. Se avanza hasta los 11 años, momento en el que los menores comienzan a tener sensaciones, por tradición, ligadas al periodo adolescente y a los adultos.
El motivo que conduce a menudo a este cambio es no haber jugado ni leído lo suficiente, que provoca que los menores no sepan esperar y deseen las cosas de forma precipitada.
El grupo más problemático es el comprendido entre 12 y 14 años, frente a los menores de 9 a 11 años. Estos últimos carecen de los problemas típicos de la preadolescencia.
El origen de los problemas en esta etapa se debe, sobre todo, a los cambios psicológicos, físicos y sociales.
Un equipo de investigadores de la Johns Hopkins University (EE.UU.) ha publicado recientemente en la revista «Journal of Clinical Investigation» un estudio que confirma que la hormona IGF-1 tiene un papel clave en la coordinación de las fechas de inicio de la pubertad, la primera fase de la adolescencia.
El estudio, llevado a cabo en ratones, mostró que a los roedores que se suprimió el receptor de IGF-1 se les retrasó el desarrollo de la pubertad, pero su fertilidad era normal.