Análisis vocal ayuda con el diagnostico temprano del autismo

Es muy importante identificar a los niños con autismo lo más tempranamente posible, para que las intervenciones clínicas y la crianza surtan sus mejores efectos. Ahora un nuevo estudio en los Procesos de la Academia Nacional de Ciencias  demuestra que el análisis de las vocalizaciones distintivas de los niños antes de que comiencen a hablar puede ser un indicador excelente en casos potenciales de autismo. Esto se realiza utilizando un grabador de voz sencillo llamado LENA que los niños llevan en su ropa durante todo el día. Luego la información se sube a un servidor central del Internet, donde se analiza buscando distintivos vocales. Es interesante señalar que a pesar de que el estudio se realizó entre niños americanos, el mismo software debe funcionar con niños de otras culturas y lenguajes.

Los investigadores analizaron 1.486 grabaciones diarias de 232 niños (o más de 3,1 millón de expresiones automáticamente identificadas como infantiles) a través de un algoritmo basado en 12 parámetros acústicos asociados con el desarrollo vocal.

El más importante tuvo como objetivo el silabeo – la habilidad de los niños para producir sílabas bien formadas usando movimientos rápidos de la mandíbula y de la lengua durante la vocalización.

Los infantes demuestran un control voluntario del silabeo y de la voz en los primeros meses de vida y refinan esta habilidad a medida que adquieren un lenguaje.

La muestra autística demostró poca evidencia de desarrollo en los parámetros, como lo indican las bajas correlaciones entre los valores de los parámetros y las edades de los niños (de 1 a 4 años).

Por otra parte, los 12 parámetros demostraron un desarrollo estadísticamente significativo tanto para los niños en desarrollo típico como para aquéllos con retrasos en el habla.

LENA es un procesador de lenguaje digital y un software de análisis del lenguaje. El procesador cabe en un bolsillo de ropa especialmente diseñada para niños y registra todo lo que el niño vocaliza, pero distingue muy bien las vocalizaciones infantiles de un niño de sus llantos, de los sonidos vegetativos, de otras voces y de sonidos ambientales externos.

Desde el 2006 se han recolectado grabados con este dispositivo. Los padres respondieron a los anuncios e indicaron si sus hijos habían sido diagnosticados con autismo o con retrasos en el habla. Un médico de habla-lenguaje empleado por el proyecto también evaluó a muchos de los niños con diagnósticos de retraso en el habla. Muchos de los padres de niños con retraso en el habla y todos los niños con autismo proporcionaron la documentación de los médicos que realizaron los diagnósticos, los cuáles eran independientes a la investigación.

Las grabaciones fueron realizadas por los padres en casa y en otros ambientas naturales de los niños, simplemente encendiendo la grabadora y colocándola en un sitio especial de la ropa del niño donde habría de permanecer durante todo el día.

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