Algunos científicos creen que la sexualidad se está convirtiendo cada vez más ‘medicalizada’ es decir, los problemas sexuales son vistos muy comúnmente como problemas médicos con soluciones médicas. Por ejemplo: con la introducción del Viagra, la disfunción eréctil comenzó a ser vista por algunas personas como un problema médico (falta de flujo sanguíneo en el pene) con una solución medica (la pastillita azul) en lugar de la compleja interacción de la mente y el cuerpo como había sido visto antes.
Mientras muchos hombres encuentran ayuda en tratamientos médicos para la disfunción eréctil, muchos no lo hacen. Una gran cantidad de hombres se ayudan con terapia sexual, aprendiendo a relajarse durante el sexo o aprendiendo a comunicarse de una mejor manera con su pareja y así no sentirse tan presionados. Este ejemplo del problema de erección es parte de una pregunta más generalizada que la gente tienen en torno al sexo: ¿Cuánto del sexo se le puede atribuir al cuerpo y cuanto a la mente?
Ciertamente, la mente y el cuerpo juegan un rol importante en la experiencia sexual de la persona o de la pareja. Examinemos el orgasmo. Al investigar profundamente sobre el orgasmo femenino, parece que la estructura anatómica de los genitales de una mujer juega un papel importante en la producción del orgasmo, lo cual apoya la ‘hipótesis corporal’. Sin embargo, la forma en que una mujer se siente acerca de su propia área genital juega un rol muy importante también, al igual que su capacidad de relajarse, dejarse ir o sentirse excitada, lo cual apoya la ‘hipótesis mental’.
¿Qué significa esto para ti? Te invito a explorar ambos lados de la sexualidad la mente y el cuerpo. Además, ¿quién sabe si se detiene ahí? Quizás hay muchos otros campos que aun no relacionamos con la sexualidad; muchas personas pueden encontrar que explorar su lado espiritual resulta muy importante para su vida sexual. Puede parecer tentador recurrir a guías de sexo centradas en el cuerpo, pero son solo un lado del camino hacia un mejor sexo. De igual manera, la terapia que se centra solo en la mente se puede quedar corta; se debe tratar de educar a la gente sobre sus cuerpos, sobre como el sexo puede ser modificado para ser más placentero o sobre como ciertos tratamientos médicos también pueden interferir con la respuesta sexual. A medida de que trates de mejorar tu vida sexual, trata de prestar atención a las múltiples combinaciones que el cuerpo y la mente pueden jugar juntos.