En nuestro medio, la doctrina de Darwin fue motivo de una amplia y sostenida discusión que se acompañó de una declaración final planteada por el Dr. Luis Razetti, fundador de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela (ANM) entre 1904 y 1905. La ANM aprobó después de un debate muy prolongado la tesis sobre la “legitimad científica” de la doctrina de la descendencia.
La teoría de la evolución Darwiniana ha experimentado transformaciones significativas a través del tiempo que la han ido moldeando hasta llevarla a la perspectiva actual. La naturaleza del proceso hereditario, así como el origen de la variación, del blanco de la selección y de las unidades de la evolución han cambiado en forma importante. Se le ha dado una importancia creciente a los mecanismos hereditarios de la variación. Se ha desafiado la exclusividad y el predominio de la “selección natural”. La gradualidad de los cambios morfológicos y funcionales que han ocurrido a lo largo de millones de años, han sido debidamente documentados por los registros fósiles.
El Homo Sapiens tendría un ancestro común con los simios que no ha sido todavía debidamente identificado, aún cuando presenta con ellos una gran proximidad genética. Las modificaciones del Darwinismo han dado lugar a lo que se denomina la “síntesis moderna” que ha conducido a una concepción centrada sobre el gen que ha predominado por largo tiempo. Un paso ulterior a esta “síntesis moderna” lo constituye la epigenética, que en una forma sucinta es la disciplina del estudio de las modificaciones que puede experimentar la información genética, sin producir ningún cambio en la secuencia del ADN o código genético.
Pero que si puede dar lugar a cambios en el fenotipo, ya que consiste en un sistema adicional de herencia, lo cual agrega una nueva dimensión al proceso de la evolución. Además se ha demostrado que las influencias ambientales, tales como la dieta, las experiencias adquiridas y las influencias internas pueden actuar por intermedio de un mecanismo epigenético al provocar modificaciones funcionales en los patrones de la actividad genética, mediante la modificación de la información contenida en el ADN y eventualmente originar una variación en el fenotipo que se transmite a la progenie.
Por otra parte se ha extendido el número de enfermedades con base genética, es decir, con cambios en la secuencia del ADN, pero en las cuales, pueden intervenir también mecanismos epigenéticos, lo cual destaca la extraordinaria importancia de las relaciones entre el genoma y el epigenoma.
La epigenética abre así un novedoso campo, para explicarnos la presentación y la patogenia de las afecciones neoplásicas, las enfermedades neuropsiquiatricas de ciertos trastornos metabólicos y de enfermedades cardiovasculares, entre otras patologías. Igualmente con la mirada dirigida al futuro se empiezan a ver los resultados de los cambios profundos experimentados bajo la influencia de la epigenética, tanto en el diagnóstico, como en el tratamiento de numerosas enfermedades.
Dres. Juan J.Puigbó y María A. Bruni Puigbó | Bitácora Médica