Neil Harbisson nació con acromatopsia, enfermedad que afecta la visión y sólo le permite ver el mundo entre el blanco y el negro. Aun así, decidió estudiar Bellas Artes en el Instituto Alexandre Satorras (España), donde se acepto su visión bicolor del mundo. En el 2002, Neil se mudó a Inglaterra para seguir sus estudios en el Dartington College of Arts, donde conoció a Adam Montandon, quien lo inicio en el mundo de la cyber-robótica. Neil le contó a Adam de su enfermedad y este, aprovecho sus conocimientos para poder hacer algo al respecto. Juntos comenzaron a trabajar en un eyeborg, algo así como un “ojo robótico”.
Ambos crearon una cámara que capta los colores y los transforma en ondas sonoras (trabajando en conjunto con un desarrollador de software, llamado Peter Kase). Esto permite que Neil pueda oír los colores, y actualmente, memorizo más de 3000 frecuencias distintas. Y ademas, ajustando los controles de volumen, puede medir la saturación de los colores, lo que le permite también verlos y no solo oírlos.
Con este implante, Neil puede pintar cuadros con colores. Y no sólo eso, puede pintar obras musicales. Luego de reconocer cual onda sonora corresponde a tal color, Neil realizo varias pinturas de clásicos de la música, como el Concierto de Piano Nº 3 de Rachmaninov.
Luego de un tiempo, el pasaporte de Neil para permanecer en Gran Bretaña caducó. Cuando intentó renovar su pasaporte, el tramite fue rechazado por la foto que presentó. ¿La razón? Las autoridades no aceptaron la “prótesis” que aparecía en su rostro. Supongo que la burocracia vio esto como un chiste. Pero lo cierto es que, luego de cartas cruzadas entre doctores y abogados, las autoridades debieron aceptar que la prótesis de Neil forma parte de su cuerpo.