La diabetes es una de las principales causas de visión deficiente y ceguera en todo el mundo. Dado que los cambios son graduales e indoloros, la gente no suele darse cuenta de que tiene un problema hasta que comienza a perder agudeza visual y, para entonces, puede ser tarde para mejorar o recuperar la visión perdida.
Por lo tanto, es indispensable que las personas que tienen diabetes se sometan periódicamente a revisiones oftalmológicas realizadas por personal especializado que sabe qué buscar y puede prestar asesoramiento y tratamiento. Controlando los niveles de glucosa en sangre y la presión sanguínea se puede reducir el riesgo de que se produzcan cambios en los vasos sanguíneos. Incluso cuando se producen cambios, con un tratamiento oportuno se puede lograr que el proceso avance más despacio.
La diabetes es más común cada año debido sobre todo al envejecimiento de la población y al aumento de la obesidad. En los últimos 35 años su prevalencia casi se ha duplicado, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
Hoy en día alrededor de 422 millones de personas tienen diabetes, una enfermedad que acorta la vida y, si no se trata, puede causar graves complicaciones, como amputaciones, derrames o insuficiencias renales. Sus efectos en los presupuestos de los hogares y las economías nacionales son devastadores.
En este día internacional tengamos «Ojo con la diabetes». Centrémonos en la prevención y en reforzar los servicios de salud para que todas las personas que padecen esta enfermedad debilitante puedan recibir la atención que necesitan.
Ban Ki-moon