Cuando hablamos de gustos o preferencias sexuales deberíamos tener presente que, en la práctica, no existe ningún punto de referencia externo, objetivo, que nos permita establecer claras diferencias entre lo que es normal y lo que resulta anormal. Por el contrario, todo es cuestión del contexto social, personal y cultural al que pertenecemos.

Fue San Agustín el primero en perfilar explícitamente el comportamiento sexual correcto al definir la postura del misionero como la apropiada; consistente en que la mujer debe yacer sobre su espalda y el hombre encima de ella, haciendo uso sólo del orificio adecuado: la vagina. Con lo que el sexo anal y oral  quedó proscrito, así como definir que el miembro adecuado para esta labor sea sólo  el pene.

Echa un vistazo a lo que suelen hacer nuestros vecinos globales y verás que diferentes manera de mover al mundo.

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