La píldora del amor

polypill_mar_09En el futuro podrían desarrollarse fármacos para estimular el amor…

¿Se imagina que dentro de unos años existiera un medicamento en forma de una pastilla o de gotitas inhalables capaces de salvar una relación de pareja en peligro de ruptura? Quizá sea posible, de acuerdo a los trabajos del investigador estadounidense Larry Young, que estudia las bases químicas de una de las más intensas, complejas y a menudo contradictorias emociones humanas: el amor.

Científico de la Universidad de Emory, en Atlanta, EE.UU., para Young y su equipo de investigadores, en alguna medida, el amor «puede compararse con una droga, ya que se relaciona con las reacciones químicas que se producen en el cuerpo y afectan el comportamiento o sus funciones».

El doctor aclara que, aunque podrían sentar algunas bases para una hipotética «poción de amor» sus investigaciones no se dirigen a obtener ese elixir, sino «a desentrañar muchos aspectos de ciertas dolencias como el autismo, que afecta la capacidad de establecer relaciones sociales, estudiando los factores químicos involucrados en las emociones».

Como ratas

Sus estudios con «ratas de pradera» -animales que son un buen modelo para las relaciones humanas, ya que conforman parejas para toda la vida y pasan su juventud juntas- han mostrado que una rápida dosis de la hormona correcta puede alterar radicalmente las relaciones de estos roedores.

«En los ensayos con las ratas, si se toma una hembra, se la coloca junto a un macho y se inyecta oxitocina en su cerebro, el animal intentará vincularse rápidamente con el macho. En cambio, si se le quitan sus niveles naturales de oxitocina, la hembra rechaza al macho», ha revelado el experto.

Hormona de la confianza

Está demostrado por los científicos que la oxitocina cumple diversas funciones en las relaciones y reproducción humanas.

Su liberación durante el orgasmo ejerce un potente bloqueo del estrés y además estimula la circulación del esperma, así como la contracción de la musculatura pélvica femenina. En el parto, esta sustancia también ocasiona que la leche suba a los pechos de la madre y estimula al bebé a succionar el pezón.

Rocío Gaia / Agencia Efe | La Opinión