31 de Mayo: Día Mundial de no fumar

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada año el Día Mundial sin Tabaco, el 31 de mayo como un punto de partida para desarrollar y apoyar diferentes actividades encaminadas a la prevención del consumo de cigarrillo. De acuerdo con registros de la World Health Organization, Venezuela es la tercera nación americana con el mayor consumo de cigarrillos por persona, después de Estados Unidos y Canadá.

Es decir es la primera en Latinoamérica.

Se calcula que para el año 2020, el cigarrillo se convertirá en la primera causa de muerte e incapacidad por encima del Sida, la tuberculosis, los accidentes de tránsito, y suicidio y el homicidio. Esta es una de las estadísticas que a nivel mundial se han difundido como parte de la información y el apoyo que necesita un fumador para abstenerse de fumar.

La Organización Mundial de la Salud, (OMS), estableció el 31 de Mayo como el “Día Mundial sin Fumar” para invitar a la sociedad a reflexionar sobre las consecuencias que produce el hábito de fumar en la salud. Este año la jornada está dedicada a los trabajadores de la salud, quiénes juegan un importante papel en el combate global contra ese mal, ellos explican que es muy difícil abandonar algo que han tenido mucho tiempo y que sientes tan tuyo, no busques fuerzas en ti para abandonar el tabaco por que no las tienes, casi nadie las tiene, 80% de los fumadores quieren dejarlo, pero no pueden, por otro lado el tabaquismo crea un clima intimo de solidaridad entre los que lo consumen y los cigarros están hechos de manera de crear dependencia entre sus consumidores, siendo la droga que con mas asiduidad se consume.

«Nadie se droga cada 25 minutos el fumador si»

Hasta 1964 las compañías tabacaleras se vieron obligadas a incluir leyendas en los paquetes de cigarrillos, para advertir a los consumidores sobre los riesgos para la salud en términos generales, cosa que no rindió los resultados esperados puestos que tampoco ha contribuido a disminuir el consumo.

Actualmente en los Estados Unidos se estima que los fumadores de tabaco mayores de 17 años ascienden a 45,9% de la población masculina y 30,5 % de la población femenina. Se calcula que en el mundo existen 1.100 millones de personas adictas al tabaco.

La nicotina esta considerada como la segunda droga más adictiva que existe, solo superada por el “crack” (derivado de la cocaina). La lucha contra el hábito de fumar es uno de los principales retos para los organismos que trabajan en la defensa de la salud pública.

Las Sustancias Nocivas como la nicotina es solo uno más de los cuatro mil componentes del humo del tabaco. El humo derivado del tabaco contiene, entre otras, las siguientes sustancias nocivas:

Amoniaco

Benzopireno

Cianuro de hidrogeno

Dióxido de Carbono

Monóxido de Carbono

Restos de Plomo o arsénico

A nivel mental, la nicotina facilita la concentración, activa la memoria, hasta cierto punto, controla el aumento de peso al aumentar el gasto de energía, disminuye los sentidos del olfato y el gusto, y mantiene al fumador ocupado en el acto de fumar, en vez de comer. Cada persona además tiene sus consideraciones particulares respecto a las cosas que el tabaco “hace por ella”. Algunos creen que los inspira, otros creen que los acompaña.

A nivel físico, la nicotina aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria, la presión arterial y el flujo coronario. Durante la combustión del tabaco, algunos de sus elementos se transforman en monóxido de carbono, emisión venenosa que contribuye al surgimiento de enfermedades cardiovasculares.

Cuando el monóxido de carbono entra al torrente sanguíneo, tiende a reemplazar el oxigeno contenido en las células rojas de la sangre formando carboxihemoglobina. En los fumadores hasta 10% de la hemoglobina total puede ser carboxihemoglobina, lo cual equivale a decir que sus tejidos reciben 10% menos oxígenos.

A largo plazo, el tabaquismo tiene diversos efectos sobre el sistema broncopulmonar, cardiovascular y digestivo. Las ulceras gástricas y duodenales, son doblemente más comunes entre los fumadores. Las heridas de la piel, pueden tardar más en sanar, debido a que la nicotina reduce los niveles de vitamina C en el organismo.

Los pulmones, tiene unos diminutos sacos llamados alvéolos donde el dióxido de carbono que procede del organismo, se intercambia por oxigeno procedente del aire. Varias enfermedades que afectan a los pulmones destruyen directamente los alvéolos, caso del enfisema, o bien dañan su capacidad para intercambiar gases.

El humo del cigarro, produce inflamación en la mucosa del aparato respiratorio y aumento de la producción de una enzima llamada elastasa, que degrada la elastina, material constitutivo del pulmón al que se debe su capacidad de expandirse y contraerse. El hábito de fumar provoca que el tejido pulmonar pierda sus propiedades elásticas, aparentemente de manera irreversible, con la consecuente disminución en la capacidad pulmonar para ingresar oxigeno a la sangre.

Según los expertos en el tema, no hay que olvidar que los componentes psicológicos tienen gran relevancia en esta adicción. Esto, porque muchas veces el placer de encender un cigarrillo se experimenta mas con un rito de esta acción asociada a descanso, un café o la conversación con amigos, que por la gratificación que logra la persona. Es lo que se llama la fuerza de la
costumbre y que los psicólogos saben muy bien lo difícil que es derrotar.

Por esta razón son diversas las estrategias farmacológicas que se han usado para combatir esta adicción, que se calcula acorta la esperanza de vida de su cultores en un promedio de 20 años. Casi todas ellas consisten en administrar dosis de 20 miligramos de nicotina, con lo que se busca satisfacer la adicción de la persona con el fin de que no encienda el cigarrillo. Entre estas alternativas se encuentran chicles, tabletas orales, parches, spray nasal e inhalador oral.

Hasta ahora, la industria farmacéutica no había creado un medicamento específico para la descontinuación del hábito tabaquico. Medicamentos como el bupropion era usado para este fin (del grupo de los antidepresivos) y ahora existe una nueva esperanza con la varenicline, medicamento agonista parcial de los receptores de nicotina, que según datos de estudios presentados en la reunión de la Asociación Americana del Corazón (AHA) efectuada en Dallas, indican que la probabilidad de abandono del habito tabaquico con este medicamento, es dos veces mas alta que con el bupropion.

¿Quién destruye a quien? Magali Luna, Neumonologa | www.cancer.org